martes, 3 de abril de 2012

Ella.

Allí estaba ella. En el mismo lugar y a la misma hora que los últimos tres meses; la marquesina de la parada del autobús. Esta vez, estaba sentada. Apoyaba su cuerpo contra el lateral transparente de forma despreocupada. Con la naturalidad de quien cree que pasa desapercibido. Si ella supiera...Si tan solo imaginara que no puedo dejar de mirarla… Que desde el día que la vi aquí, en este mismo sitio, finjo que paso por casualidad solo para verla y soñar mi vida con ella. Pero hoy lo sabrá. Estaba decidido. Llegó el autobús, se levantó y se puso entre la gente esperando su turno para subir. Como si fuera un descuido tropecé con ella, haciendo que se le cayera una pequeña bolsa que llevaba y que su mirada se cruzara con la mía. Me quedé paralizado al sentirla tan cerca de mí. Era simplemente preciosa. Reaccioné y dije;-"lo siento, deja que te ayude". -"No importa. Vaya, he perdido el autobús", me contestó. Tenía una voz increíble, pero tenía que aparentar estar tranquilo.
-"Da igual, iré dando un
paseo", dijo.-"Ya que fue culpa mía, me gustaría acompañarte". No podía creer que le estuviera diciendo eso.-"Bueno, porqué no".
Comenzamos a caminar, despacio, hablando de cosas sin importancia, conociéndonos poco a poco. Tenía un increíble pelo largo, con unos brotes rubios que parecían jugar con el viento a impedirme ver bien sus maravillosos ojos verdes, con una mirada tan intensa que te atrapaban en ella. Su boca era encantadora, sus preciosos labios te hechizaban con cada palabra que salía de ellos. No pude evitarlo. Me acerqué decidido…y la besé. Por un instante, nuestros labios se juntaron haciéndome sentir lo que nunca antes había sentido. Me separé y le dije;-“Desde el primer día que te vi en la parada del autobús, no puedo dejar de pensar en ti. A todas horas, en todo momento. No te conocí hasta hoy, pero ya estaba perdidamente enamorado. Sueño con tus ojos, tu sonrisa, tus besos. Te quiero con locura y daría mi vida si con ello consiguiera tu amor. Porque no quiero vivir ni un segundo mas si no es junto a ti”. Ella pasó su mano por mi cara, acariciándome con un movimiento suave por detrás de mi cuello que me hacía estremecer. Esta vez, fue ella la que con esa misma mano, tiró de mí, despacio, se acercó, cerró sus preciosos ojos verdes y me besó, esta vez, con pasión…
Si, sería perfecto que ocurriera así. Algún día tendré valor para decírselo. Mientras, seguiré soñando que el amor de mi vida me está esperando en esa parada de autobús…




( chema )

2 comentarios:

  1. Que bonito...aunque posiblemente si haces esto hoy en día te lleves un broncon por hacerla perder el bus...pero és precíoso

    ResponderEliminar
  2. Como no pones tu nombre, no se si te conozco, pero de todas formas me alegro de que te haya gustado y que me lo digas.Además, tienes razón. A mi ni se me ocurriria hacer algo parecido. Pero todos podemos soñar...

    ResponderEliminar