Nuestro recorrido en los dos días y medio que estuvimos de visita fue mas o menos así:El primer día empezamos con la Piazza del Popolo, en dirección hacia la Piazza de Spagna, pasando después por el Pantheon y la Piazza Navona.
Día siguiente; Vaticano, museos vaticanos, y basílica de San Pietro. Enorme la plaza del Vaticano. No me extraña que haya miles de personas allí cuando da misa el Papa. Y de la Capilla Sixtina poco hay que decir. Fue una pena que hubiera mucha gente y no te dejaban estar demasiado tiempo dentro para poder verla bien. Al menos podemos decir que estuvimos allí.
Una vez fuera del Vaticano, fuimos paseando por la orilla del Tevere, pasando por el Castello de San Angelo y el palazzo di giustizia hasta la última parada del día; la maravillosa Fontana di Trevi, que, sobre todo de noche, parece que te hipnotiza, te atrapa y no te deja alejarte de ella. Creo que fue con diferencia, lo mejor del viaje. Solo por verla a ella, estar allí sentado hablando, o simplemente, dejándote llevar por el sonido del agua mezclado con las luces y las sombras que se forman en la piedra, merece la pena un viaje a Roma.
El último día del viaje; Colosseo, Fori Imperiali y San pietro in vincoli, donde está el famoso Moisés de Miguel Ángel. El Coliseo también merece un aparte porque es también una pasada estar delante y dentro de él. Imaginárselo en pleno apogeo impresiona.
Para finalizar el día y nuestro viaje, esa noche nos fuimos otra vez a la Fontana de Trevi. Por supuesto, no podíamos irnos de Roma sin despedirnos de ella.
Claro que este bonito fin de semana no hubiera sido posible sin la ayuda, paciencia y casa de la mejor guía turístico, intérprete,anfitriona, Fotógrafa, acompañante, amiga y sobrina de toda Italia. Gracias Tere.
