domingo, 11 de marzo de 2012

...y como una rosa. (o casi)

Sábado.Arriba a las ocho menos diez. Hora y media de autobús a Tapia de ida y otro tanto de vuelta. Hasta las cinco y media comiendo en Avilés. A partir de las seis o así, una horita en la cama. Y desde las ocho y media de la tarde hasta las seis de la mañana, de jarana por Avilés. A las nueve en pie, hago mi desayuno y el del nene y a las once, todos a misa, como tien que ser. Luego, otra vez a Avilés a tomar algo para no perder el hilo. Y como si nada, como un paisano... Ahora si, después de comer espero pegarme una siesta de las que hacen época. Y es que ya no tenemos quince años...

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